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MANUAL PARA DELAGADOS SINDICALES

Indice

INTRODUCCIÓN
LA IMPORTANCIA DEL DELEGADO
OBLIGACIONES
REPRESENTATIVIDAD
FUNCIONES
CONOCER A LOS COMPAÑEROS
LA DEFENSA DE QUIENES RECLAMAN
CÓMO SE RECLAMA
EL TRABAJADOR Y EL DELEGADO
CUANDO LA EMPRESA NO OYE
CUANDO EL SINDICATO NO ESCUCHA

 


INTRODUCCIÓN
Decir que uno ha pensado desde la infancia, en lograr como meta personal una responsabilidad que permita conseguir logros sociales en aras del bien común, sería una hipocresía y una mentira digna de un guión cinematográfico. La realidad nos indica que, producto de las circunstancias, asumimos conductas que nos conducen a mostrarnos referentes de nuestros compañeros y por ello otros nos inducen a postularnos o ellos mismos aceptan nuestra decisión y nos eligen para ser delegados sindicales.
Por ello es aconsejable tener claro que ser delegado no es un simple cargo o función que honra a la persona, sino que debe asumirse como un compromiso de conducta, con vocación personal, aceptando ser el medio que utilizan quienes nos eligen como vocero y guía, hasta satisfacer objetivos comunes en bien de todos. Y a ese compromiso debe sumarse una cuota de ambición personal, para ocupar mayor espacio de poder que facilite alcanzar los propósitos, buscando un reconocimiento en la empresa y un lugar en la organización a la que pertenece.
Si bien idiomáticamente aplicamos como similares términos para definirlo, es conveniente que sepamos diferenciar entre "gremio" y "sindicato", aplicando diferenciadamente lo que se entiende por una acción gremial y cual cuando ello corresponde a una acción sindical.
Para definir la palabra "gremialismo", podríamos reflexionar que a través de la historia y en diferentes culturas, el hombre busco asociarse a otras personas con un mismo ejercicio, profesión o situación social. Con un espíritu mutualista y cooperativo, formo grupos corporativos que a través de su acción social y ayuda económica le facilitara un crecimiento y un mejor vivir. No discuten la organización social en donde se desarrollan, aspirando a una superación sobre la base del esfuerzo individual y común. Ese tipo de asociaciones se denominan gremio.
El sindicalismo, ha tenido como fin desde su formación, la organización en defensa de los intereses económicos, sociales y laborales de los trabajadores con miras a un mejoramiento de clase. Por ello, su accionar encuentra basamento en la lucha contra la supremacía del capital y su orden económico, como así también contra el poder del estado que los protege y les sirve. Su esencia es de carácter revolucionaria y encuentran como forma de expresión genuina la acción directa y la huelga como máxima expresión, en lo ideal no comprometida con los partidos políticos o intereses mediáticos o coyunturales.
En Argentina, a través de una base doctrinaria que garantizó su participación en las estructuras del estado, la búsqueda de una justa distribución de las riquezas y una activa participación de los trabajadores en su accionar y estructura, lo que generó un reconocimiento social que canalizó su búsqueda de la revolución en paz, se identificó con el gobierno del General Juan Domingo Perón en la década 1945/1955.
Fusionando ambas esencias en una sola, (gremialismo y sindicalismo) y sin perjuicio de los diferentes matices de sus dirigentes (dialoguistas - combativos, ortodoxos - blandos etc) y separaciones transitorias de su accionar, que han marcado la historia de nuestras instituciones, (digna de una necesaria lectura), debemos sentir el orgullo de pertenecer a sus cuadros, dispuestos a dar una cuota de sacrificio personal para su crecimiento y engrandecimiento, con un lema claro:

"NINGÚN INDIVIDUO SE DESARROLLA, EN UNA SOCIEDAD QUE NO SE DESARROLLA".

LA IMPORTANCIA DEL DELEGADO
No existe una escuela para delegados, siendo el propio aprendizaje y la trasmisión solidaria de experiencias, la principal guía para clarificar algunas de sus funciones, cambiantes según los criterios empresarios y sociales imperantes.

Es importante que sean los dirigentes experimentados quienes proporcionen pautas tendientes a despertar la inquietud de los compañeros y facilitarles el conocimiento de las vías utilizables para realizar su misión con el real y trascendente significado que merece, respaldando en todo su quehacer Sindical para lograr, con el esfuerzo común, una sociedad más justa y solidaria.
El delegado es quienes debe asumir el peso de la relación directa entre el empresario y los trabajadores que lo eligieron para que los represente, por ello debe auto-reconocer su papel principal en la tarea de integrarse a su sindicato y capacitarse, pues no solo podrá surgir como futuro dirigente sino además, le permitirá desenvolverse mejor en la búsqueda de los objetivos prefijados.
Debe saber de la importancia de su función difusora y propagadora, pues él ha de trasladar a la organización las inquietudes y anhelos de sus compañeros trabajadores y a su vez ha de llevar hasta ellos, la palabra y la personalidad del sindicato, con miras a orientarlos en la brega común y con el interés de salvaguardar los derechos laborales vigentes, alertando a todos para que sumen sus esfuerzos en la organización y se dispongan a ser actores en la acción sindical y gremial, en su lugar de trabajo y en la estructura social.

Cuando nos referimos a DELEGADOS también involucramos a los trabajadores que por su vocación solidaria y sed de justicia, sin ningún tipo de cobertura legal, participan de la vida de los sindicatos como ACTIVISTAS, cuya relevancia en cualquier gremio es sobradamente conocida, en igual medida.


SU PRINCIPAL COMPROMISO ES CON LOS COMPAÑEROS DE LABOR QUE DEPOSITARON SU CONFIANZA EN ÉL

OBLIGACIONES

1º) Conducta: Debe ser integro en lo moral. Recto y correcto en todo momento, porque representa a sus compañeros y es un poco ejemplo para ellos y guía para los más jóvenes.
Al empleador ha de tratarlo sin agresividad ni altivez, pero sin creerse jamás que está por debajo de él. Debe asumir que su presencia está sumada a la representatividad de todos su compañeros de labor que lo eligieron.
Cuando defiende un derecho, individual o colectivo, debe procurar persuadir primero y decidido a sostenerlo con firmeza si no quieren oírlo o considerarlo.
A sus compañeros de tareas ha de atenderlos muy especialmente, sin llevar esa atención a lo simulado ni caer en la práctica de dar siempre la razón. Deberá informarse bien de lo que desean o afirman. Sobre estimarse por sus conocimientos o relaciones lo hará caer en la soberbia rechazada por los más humildes. Debe saber escuchar y comprender los distintos niveles culturales de sus compañeros. Una buena difusión de lo peticionado, conseguido o pretendido, facilitará la comunicación necesaria.
A la Comisión Directiva del sindicato ha de considerarla con respeto, sin callarse cuando sienta que ésta no ha puesto calor en defender los intereses de sus compañeros, cuidando no formular críticas infundadas o inoportunas pero aportando siempre su opinión para el mejoramiento colectivo, aportando y rescatando ideas realizables, para superar lo que entiende que no se hizo bien. Debe sentir que quien ha asumido una responsabilidad en el sindicato, es otro compañero trabajador, igual a él, con similares inquietudes y limitaciones propias de quienes tienen como única riqueza, su honesto trabajo diario y objetivos de bien común,que lo ha diferenciado del resto.
Quien acepte la responsabilidad de ser Delegado, debería adoptar como norma fundamental ser siempre:

UN HOMBRE CONSTRUCTIVO Y DE LIMPIOS PROCEDERES, ENERGICO SIN INSOLENCIA; ATENTO SIN FLAQUEZAS; DECIDIDO, PERO NO INTOLERANTE.

2º) Capacidad: Más que sabiduría, lo que hace falta es sentido común, aunque debe saber que no basta tenerlo. Conviene que el DELEGADO esté siempre dispuesto A SABER MAS PARA SERVIR MEJOR a sus compañeros, para lo cual debe procurar:

a) Estar al tanto de lo que ocurre en el mundo laboral, esforzándose por tener noticias suficientes, al menos, de la situación gremial nacional o regional, pero tendiendo a conocer los progresos sociales que se concretan en otros países. Seguir de cerca lo que se debate o intenta realizase en el ámbito obrero nacional.

b) Interesarse en lograr una "formación sindical" sólida, conociendo bien sus deberes e interiorizándose, muy especialmente, en lo que disponen las normas básicas y fundamentales (leyes, decretos, etc.). El delegado debe conocer MUY BIEN el Convenio de su gremio vigilando su respeto y cumplimiento, considerando, en que aspectos convendrá superarlo.

El DELEGADO ha de procurar tener conocimientos más amplios del pasado sindical, que lo fortalecerán ante el empleador y le permitirán comprender mejor el porqué de la lucha que sostiene el movimiento obrero y cómo puede hacerse más efectiva, contra el egoísmo natural del que tiene el manejo de los medios económicos. Cada actividad tiene su particularidad, que con matices similares se transmiten en el tiempo y eso le da un marco diferente a la forma de plantear sus quejas.
Desde su información sobre el origen de la lucha sindical, procurará imaginar un futuro para adquirir conocimientos básicos desde economía a sociología, procurando saber cómo organizarse o de qué manera pueden satisfacerse las necesidades o inquietudes de utilidad para los trabajadores en general.
Por haber sido elegido para ser útil a quienes trabajan, ha de procurar saber más, no para distanciarse de ellos sino por el contrario, para servirles con mayor eficiencia.

El ESFUERZO Y LOS CONOCIMIENTOS ADQUIRIDOS, NO HAN DE APARTARLO JAMAS DE ESTAR AL LADO DE SUS COMPAÑEROS, SINTIÉNDOSE UNO MÁS DE ELLOS SIEMPRE

3º) Militancia: Con su conducta ponderable y su capacidad en desarrollo continuo, el DELEGADO ha de trabajar sin pausa por el bien de quienes han confiado en él. Por esta actividad, el DELEGADO no percibirá nada y hasta es fácil que sienta hostilidad patronal, incomprensión de sus compañeros en momentos dados e incluso decepciones o indiferencia de los dirigentes de su gremio.

Pero ha de tener conciencia que su FUNCION ES VITAL y ha de actuar con la intensidad y corrección que le imponen los sanos intereses de sus compañeros de labor y la organización que representa, aprendiendo a hacerse escuchar.
Esa "conciencia de servir sin cálculo ni egoísmo" ha de jerarquizar su vida y darle un sentido idealista y constructivo que, pese a momentos amargos, siempre tienen su reconocimiento y satisfacción.

QUIEN TIENE IDEALES, SUPERARÁ LO MEDIOCRE. QUIEN LUCHA TODOS LOS DIAS POR MATERIALIZARLOS, ELABORA JUNTO A OTROS, UNA SOCIEDAD MEJOR Y MAS JUSTA PARA SI, SUS SERES QUERIDOS Y GENERACIONES FUTURAS


EN SU QUEHACER CONCRETO, DEBE VALORAR:

1).- Entendimiento con los compañeros que lo han elegido y representa.

2).- Defensa de los derechos y beneficios establecidos por el Convenio y normas legales.

3).- Fortalecimiento de la Organización que integra, de la que también es representante.

REPRESENTATIVIDAD

El DELEGADO debe asumir que "tiene mucho poder" porque HA SIDO ELEGIDO POR SUS COMPAÑEROS y tras suyo tiene un sindicato que lo respalda y orienta. Debe actuar siempre, sin llevarse a nadie por delante, consultando continuamente a quienes han confiado en él, atendiendo las siguientes pautas:

a) Por haber sido elegido, será responsable de sus actos ante sus electores y si no obra como debe, en algún momento ha de ser hecho a un lado.

b) En representación de los trabajadores, todos sus problemas han de interesarle. Es conveniente que esté informado del modo como se trabaja en cada sector o especialidad y los elementos o materiales con que deben operar cada uno de sus compañeros para tener una visión de la marcha de todo y facilitará su contacto con los trabajadores y su actuación ante el empleador.

FUNCIONES

Defender los derechos de los compañeros es la función básica de todos los DELEGADOS. Pero esa defensa no puede ser caprichosa sino fundarse en normas establecidas en la legislación laboral, aceptada por la parte empleadora como uso y costumbre o basada en el bien común y superadora de lo existente. Por eso tiene que conocer bien las principales disposiciones del Derecho de Trabajo y el Convenio que rige.

Cuando dude o desee mayor información, recordará que el sindicato cuenta con ASESORES JURIDICOS Y GREMIALES y acudirá a ellos. Además, en cada lugar de trabajo pueden plantearse cuestiones que, sin estar previstas en el Convenio o por la Ley, obliguen a que él asuma la defensa de sus compañeros, para lo cual deberá guiarse por la lógica de su sentido común.
Toda la Legislación Laboral existente, tiene el sentido de generar un orden cirterioso entre intereses enfrentados, lo que ha costado vidas, años y muchísimo sacrificio para lograrla y el mismo Convenio Colectivo ha debido pelearse para conseguir que implique un progreso. Eso significa que todo cuanto contienen los textos legales, laborales o sociales, ha de ser defendido, decidida y entusiastamente, tomando conciencia que cuando un DELEGADO "deja pasar" la violación de cualquiera de esas normas, está conspirando contra esas conquistas que deben ser sagradas para quienes trabajan.

Deberá fortalecer la organización pues la "FUERZA" del Delegado proviene de la fuerza del conjunto y está dada por los Compañeros que lo han elegido y del Sindicato que lo respalda. Pero esa fuerza no es un privilegio para él, sino que existe y actúa para bien y progreso de los trabajadores en general.

Aparte de ser fuertes en la defensa de los derechos obreros, desde las Entidades Sindicales se tiende y hacen esfuerzos para ser colaboradores diarios en el afán de hacer más llevadera la vida de los compañeros en lo económico, en lo social, en materia de esparcimiento, etcétera. Si el sindicato es débil, reducido o apático, la "fuerza" del mismo será poca.
El DELEGADO se interesará en fortalecer su sindicato por dos vías:

a).- Acrecentando el número de afiliados o adherentes e interesándose en que ellos sigan de cerca cuanto servicio u obra intenta la Organización.

b).- Actuando el mismo, junto a otros delegados y en contacto con la Comisión Directiva en conjunto y por igual, aportando sugerencias, formulando observaciones constructivas, aunque parezca que ello no agrade a algún directivo.

Son funciones irrenunciables del delegado

Gestionar ante el empleador el cumplimiento de la legislación vigente para con los trabajadores que representa.
Proveer a la solución de los problemas que se susciten en su ámbito laboral de carácter individual o colectivo.
Incentivar el mejoramiento de las condiciones de trabajo del establecimiento.
Participar con los miembros de Comisión Directiva en las gestiones y/o negociaciones laborales mantenidas con los empleadores.
Informar a sus compañeros de labor, las resoluciones de las Asambleas, de Comisión Directiva y cualquier norma que competa al ámbito de representación que enviste.
Incentivar la afiliación fomentando la participación activa de los trabajadores en la vida interna del gremio.
Publicitar los servicios y beneficios brindados por la Institución.
Hacer cumplir los principios, fines y objetivos de los estatutos, Convenciones Colectivas de Trabajo y disposiciones legales vigentes.
Comunicar a la Organización Sindical toda inquietud, queja y/o deficiencia de los servicios prestados por la entidad que sus representados acusen.
Participar de las convocatorias.
Colaborar activamente en las actividades sindicales programadas.
Informar al Órgano Directivo, todo incumplimiento observado, que hagan al libre ejercicio de la actividad sindical.

CONOCER A LOS COMPAÑEROS

El DELEGADO debe estar en continua relación con personas de los más diversos caracteres y aun con quienes se desempeñan en actividades diferentes y poseen los más variados conocimientos. En medio de todos ellos (compañeros de sección, jefes de oficina, dirigentes sindicales, patrones, asesores gremiales, etc.), tiene que actuar sabiendo qué quiere y "moverse" de modo que su acción derive en beneficios para los que debe defender.
Para desempeñarse bien, ha de conocer a sus compañeros inmediatos, lo cual, ese conocimiento debe ir más allá del simple trato, porque el DELEGADO ha de procurar tener una idea del carácter de cada uno y hasta conocer un poco de los problemas particulares, no para "chusmear" sino para sentir humanamente las preocupaciones y actitudes de muchos de ellos.
Conociendo a sus compañeros de labor, ha de proceder de modo de fortalecer al apocado y de evitar al imprudente o el desplante del exaltado, sobre todo si su "desplante" se evidencia como inconducente. También tendrá que conversar con ese compañero que sostiene que "la vida hay que tomarla con soda" y por nada parece preocuparse.

Tendrá asimismo que acercarse a ese que se muestra escéptico y que se niega de hecho, a luchar por una realidad mejor. A compañeros de este tipo, habrá que convencerlos que nada se logra sin preocupación y esfuerzo, de que todo lo bueno a pasable que hoy se cuenta ha sido obtenido con sacrificio y responsabilidad y de que supone un egoísmo imperdonable y hasta una falta de solidaridad "tomar para la chacota" la consideración de un problema, o negarse a tratarlo arguyendo el pesimista dicho de.."¿para qué?..-.Total !" de quienes se declaran vencidos sin pelear.
El DELEGADO que quiere actuar con eficiencia debe ser observador y procurar conocer el modo de ser y los problemas especiales que viven sus compañeros. Esto servirá, por otra parte. para acostumbrarse a observar también a los jefes y patrones cuyos caracteres será conveniente conocer a efectos de tratarlos con la oportuna habilidad cuando corresponda persuadirlos sobre tal o cual cosa.

LA DEFENSA DE QUIENES RECLAMAN

El DELEGADO defenderá siempre a los compañeros no solamente cuando sean menospreciados por la patronal, sino tratando de lograr las mejores condiciones de labor. Ha de tenerse presente lo siguiente:
a) que la ley y el convenio no sean violados:
b) que en la sección donde el trabajador actúa no se cometan injusticias o abusos;
c) que la sección, en general, goce de los mismos derechos que son reconocidos a los compañeros de otras secciones o de otras sucursales.

El DELEGADO debe proceder cuando comprueba una irregularidad o asiste a un hecho injusto o cuando se concreta, ante él, una QUEJA.
¿QUE ES UNA QUEJA 0 DENUNCIA?
Una queja a un agravio es una demanda hecha por un trabajador o por el sindicato respecto a otras condiciones de trabajo, salarios, horas etc. Podríamos decir que hay dos tipos: una deriva dé la violación patronal a lo que la ley o el Convenio dispone y la otra, originada por resoluciones o hechos que son injustos pero que no están determinados específicamente en los textos legales o Convenio. El DELEGADO puede verse obligado a atender otras quejas que, sin ser violación a normas legales o evidentes injusticias, merecen su atención para bien de todos.

Ejemplos:

I) VIOLACION DE LA LEY 0 DEL CONVENIO. En la "Sección X, la empleada Fernández se ve obligada, dado el tipo de su tarea, a quedarse media hora más por día en el local donde trabaja, pero la empresa no se aviene ni a reducirle el horario, ni a pagarle "extras". Se está violando abiertamente la ley.

II) ARBITRARIEDAD EVIDENTE. En una misma sección, sin que afecte el horario de trabajo ni se pague mal al empleado González, se le hace objeto de una diferencia que le afecta moral y físicamente al no servírsele -por ejemplo- el café, que los demás compañeros pueden tomar en horas de labor. Esto, que es fácil que ocurra dentro de una Empresa, suele acontecer cuando se confiere ciertos derechos a empleados de una Sección y negados a los que trabajan en otra. Casos así. no pueden estar previstos por la ley o el Convenio, pero como son injustos da lugar a reclamo para superar actitudes discriminaciones o arbitrarias.

III) QUEJAS MENORES. De menor trascendencia o fundadas en desacuerdos entre los mismos compañeros. El empleado Galarza para desempeñarse bien en su labor debe usar algunas veces, un elemento de trabajo que también necesita el empleado Perez... Y ahí andan los dos disputando continuamente por su posesión.. Ni se trata de una violación legal ni de una injusticia patronal o jerárquica, pero hay una situación de hecho (la falta de elementos para el trabajo) que el DELEGADO intentará superar reclamando la provisión de lo que hace falta. También pueden plantearse cuestiones entre compañeros; en ese caso, el DELEGADO procurará arreglarlas amistosamente y con estricto sentido de justicia, cuidando, en lo posible, no llevar las cosas ante la patronal. En esto servirá mucho "conocer" bien a los compañeros y tener una conducta ejemplar, que le dé autoridad moral para aconsejar y ser atendido.

CÓMO SE RECLAMA

Cuando el DELEGADO recibe una queja o comprobado una irregularidad, debe aplicarse de inmediato a estudiarla para saber si es seria, está fundamentada y ubicarla dentro de los casos ya vistos. Una vez que ha comprobado que es razonable, ha de procurar apoyarla en una disposición legal o del Convenio o principio lógico cuando no se trate de una evidente violación a las normas. Con frecuencia, la Ley o el Convenio tienen cláusulas de sentido amplio en las que pueden comprenderse muchos reclamos. Por ejemplo, disposiciones que aseguran condiciones higiénicas en los lugares de trabajo son invocabas cuando se reclama por baños descuidados o por la falta de limpieza en los sectores de trabajo, etc. Una vez que el DELEGADO ha comprendido que la queja recibida es justa, debe disponerse a actuar planteándose preguntas que le sirvan a su fundamentación.
¿QUIEN?; ¿QUE?, ¿¡DONDE?; ¿CUANDO? y ¿COMO?

a) ¿Quién es el empleado afectado por el asunto? ¿Cuál, es su nombre? ¿Cuál su trabajo habitual, su categoría, su antigüedad, su remuneración? ¿Cuál es su conducta e imagen ante la empresa?
b) ¿Qué pasó? ¿Qué elemento del contrato laboral se cuestiona: sueldo, horario, asistencia, enfermedad, conducta, estabilidad, licencias? ¿Qué cláusulas del convenio o qué norma legal se violaron?
c) ¿Dónde sucedieron los hechos? ¿En el lugar de trabajo? ¿En el escritorio; en el salón de ventas, en la calle? ¿Existen testigos?
d) ¿Cuándo sucedió eso? ¿Qué día? ¿A qué hora?.
e) ¿Cómo surgió la cuestión? ¿Se necesitan testigos para probar los hechos? ¿Quienes fueron testigos? ¿Hay antecedentes?

Con el material que acumule, podrá llevar las cosas adelante, sabiendo que tiene que ganarlos legítimamente. No debe pensar en transacciones ni arreglos cuando esté convencido de que la razón y el derecho están de su parte. Si su gestión no prospera, pedirá apoyo a la Organización sindical asesorándose jurídicamente, para proceder con firmeza y seguridad de que, antes o más tarde, su razón será reconocida. Cuando no encuentre eco en ella, podrá recurrir al asesoramiento externo del Ministerio de Trabajo o profesionales independientes.
En el trato con la empresa, será correcto hasta donde corresponda serlo. Si la firma es grande y cuenta con jefes de Sección, Gerentes, etc., convendrá que siga la vía jerárquica formulando el reclamo primero al jefe inmediato y si éste no lo atiende o no otorga la respuesta buscada, recurrir luego a otro superior. En todos los casos debe reclamar sin excitarse y fundando bien lo que pide, haciendo que se respete su condición de representante de sus compañeros. En caso de que sean varios los delegados que deban formular denuncias y reclamos al empleador, será conveniente que se pongan de acuerdo, previamente, en lo que han de pedir y en por qué lo piden. Un desacuerdo o contradicción ante los empresarios constituye ventaja para éstos y dificulta el logro del reclamo o necesidad.

Deberá exigir de las distintas jerarquías de la empresa, una respuesta sin dilaciones. Es habitual la demora y la tardanza de las respuestas, procurando por lo general los superiores, la no intervención directa o asumir compromisos.

Según las particularidades de la empresa y los casos tratados, puede ser conveniente y necesario la presentación por escrito de la queja. Para ello, es conveniente coordinar y consultar a la organización sindical o al profesional jurídico, para evitar superposiciones, controversias legales o términos confusos o contradictorios.

EL TRABAJADOR Y EL DELEGADO

En todas partes es importante que el trabajador formule cualquier queja o pedido ante el DELEGADO. Muchos compañeros, al no sentirse representados o identificados, tal vez se consideren capaces a reclamar por sí solos, hablando directamente con el jefe o entrevistándose con el empleador. Eso es contraproducente para el conjunto y para ello hay que convencer a quien lo pretenda hacer, lo incorrecto de su accionar:
a) Porque prescinde de la acción de un compañero que ha sido elegido por la mayoría para defenderlos.
b) Esa actitud favorece a quien prefiere hacer "acuerdos" personales con los trabajadores y no sentir la presión del DELEGADO que tiene la representación de todos los empleados y el apoyo del sindicato.

Conviene que cuando el empleado que ha reclamado se enfrente con la patronal, concurra acompañado del DELEGADO, lo que fortalecerá la posición que se adopte y permitirá que el trabajador se de cuenta de como actúa su vocero legítimo, apoyado en la experiencia y conocimiento de casos anteriores.
Muchas veces, los trabajadores valoran más la actitud de acompañamiento al éxito o no de la petición.
Toda denuncia grave que se realice o en las que pueda surgir una futura acción de reclamo, convendrá que se formule por escrito y ser difundida a la totalidad de los compañeros.
Si la demanda se refiere a una cuestión específica o a su criterio de importancia menor, lo escrito no hará falta. Pero siempre que el asunto tenga cierta trascendencia o no se solucione pronto, quien reclama deberá acreditar antecedentes de su pedido y en lo posible la solución pretendida.

SOLO EL ESFUERZO MANCOMUNADO HARÁ POSIBLE EL LOGRO DE NUESTRAS ASPIRACIONES.

CUANDO LA EMPRESA NO OYE

Conocer el criterio, los objetivos personales y la pretensión de los superiores, nos facilitará allanar el camino de los obstáculos propios de los egoísmos individuales, las aspiraciones desmedidas o las conductas prepotentes y desmesuradas de los que no reconocen en los trabajadores los pilares del crecimiento empresario.

Debemos saber que no siempre el interlocutor está dispuesto a ceder o dar la razón en forma inmediata a los reclamos de los trabajadores y en especial del delegado. Por una cuestión de falsa autoridad o protegiendo a otro personal jerárquico, pretenden dilatar la respuesta, lo cual hay que evaluar en cada caso.
También es frecuente que el pedido o queja no sea oída, que la solución propuesta sea injusta o no exista reconocimiento del reclamo.
En este momento el DELEGADO debe estar preparado para un enfrentamiento más serio en el cual va a necesitar consejo y apoyo de su sindicato o de la asesoría legal.
Si un reclamo no se resuelve entre el DELEGADO y el jefe inmediato y agotadas las instancias hasta la máxima jerarquía empleadora, entran en función los representantes del sindicato, canalizándose por la Secretaría Gremial o en su ausencia la de Organización o el dirigente que asuma el rol.
Debe tenerse bien en claro que existen dos formas, para canalizar la obtención de la queja planteada y la solución pretendida.
Una de aspecto legal propiamente dicho, mediante solicitud de audiencia ente los organismos laborales y hasta una posible instancia judicial, de ser necesaria, para lo cual la Organización Sindical debe poner todos los medios a su alcance para evitar la burocracia y tardanza habitual.
Otra forma es la netamente gremial, ejerciendo presión directa con quite de colaboración, volantes denunciando la irregularidad, asambleas en los sectores de labor o paro, como medida extrema, para lo cual debe contarse con el apoyo de la mayor parte de los compañeros que estén dispuestos a salir en ayuda solidaria de los afectados.
Ese apoyo siempre depende del trabajo previo en busca del beneficio del conjunto que desarrolló el delegado y la imagen que mostró de su sindicato.

CUANDO EL SINDICATO NO ESCUCHA

Toda Organización esta compuesta por hombres, con sus virtudes, defectos y miserias. En ella se podrá encontrar quienes tienen nobles ideales, mezquinos intereses o indiferencia y desconocimiento del rol que deben cumplir.
Casi todos han venido sin una formación previa que los ubique correctamente en función de dirección, con conocimientos o dones especiales de liderazgo. Por lo contrario, en su gran mayoría son simples trabajadores que aprenden a base del error cometido, se conducen con intuición y dirigen con criterio salomónico ante la presión del conjunto.
Es importante que el delegado aprenda a diferenciar unos de otros y sumarse a quien tiene actitudes afines a sus propios ideales. A través de su opinión, sus compañeros de labor tendrán una primera opinión del sindicato que los representa.
Cuando el conjunto de dirigentes no lo satisfaga y no halle afinidad de objetivos, tiene el derecho de organizarse con otros compañeros para cambiar el criterio de conducción y/o ejercer la presión necesaria para lograr el apoyo que considere necesario.
El Ministerio de Trabajo, Nacional o Provincial, como autoridad de aplicación, tiene la obligación de evacuar cualquier consulta, orientar y canalizar el reclamo ante el incumplimiento de los empleadores y las deficiencias de quienes conducen la organización sindical.

SEAMOS ARTÍFICES DEL DESTINO COMUN Y NO INSTRUMENTO DE LA AMBICIÓN DE NADIE